Gómez, Ale (2007). Las 10 plagas de la cibergeneración. Miami: Editorial Vida. 203 páginas.
Ale Gómez es un pastor evangélico argentino, casado y padre de dos hijos. Su trabajo con los jóvenes que padecen de diferentes adicciones ha sido notable, tanto que hasta la prensa secular argentina ha informado acerca de sus actividades en relación con la rehabilitación de muchos jóvenes.
El autor habla acerca de las «plagas» que afectan a la «cibergeneración», que es como él califica a los jóvenes de hoy, las cuales son: la homosexualidad, el aborto, las drogas, la masturbación, el abuso y la violación, la bulimia y la anorexia, la violencia familiar, el alcoholismo, y la depresión y la soledad.
El autor dedica a cada una de las adicciones mencionadas un capítulo de su libro. Todos los capítulos llevan la misma estructura: una descripción de la adicción, testimonios de jóvenes que han estado presos en la adicción respectiva, un mensaje directo al lector por si es un joven que está sufriendo de la adicción determinada, preguntas y respuestas, y finalmente una descripción de cómo los especialistas cristianos que conocen ese problema de adicción tratan y manejan esa adicción.
En el último capítulo el autor describe su propio método el cual a grandes rasgos consiste en tener un encuentro personal con Jesucristo, reconocer el problema de la adicción que se sufre y detallar pormenorizadamente, por escrito, cómo esa adicción ha dañado la vida del adicto. Ese escrito se destruye después como un acto simbólico de despedida de la adicción. Luego se debe aceptar que se ha sido adicto, algo que entiendo como un acto que demuestra convicción de pecado y arrepentimiento. Después hay que romper con el círculo de amigos con el que se vivió la adicción, buscar la ayuda de consejeros y especialistas cristianos, unirse a una iglesia sana, y, por último, compartir su testimonio de recuperación con otros y ayudarlos.
Algo interesante para verlo salir de la pluma de un pastor evangélico es el reconocimiento que hace el autor de que algunos de los espectáculos de restauración que se presentan en muchos grupos religiosos se parecen más a «pases mágicos» sin ninguna efectividad real contra las adicciones, métodos que sólo hablan de «espíritus malignos», y «no dan lugar a la educación sexual», ni a la «sanidad de la mente y del corazón».
Buena lectura, para todos los líderes de las iglesias que reconocen que ayudar a la gente a salir de sus pecados, de sus adicciones, va más allá del sólo momento de la conversión o del bautismo, y que cerrar los ojos a esa realidad no llevará más que al fracaso y a la desilusión a muchas personas sinceras.
08 noviembre 2007
05 julio 2007
Alabanza a la disciplina
Foster, J. Richard. Alabanza a la disciplina. Eugene, Oregon, EE.UU.: Wipf and Stock Publishers: 2005.
Este es uno de los pocos libros no católicos dedicado a las disciplinas espirituales. Este libro fue traducido al español y publicado por primera vez por Editorial Caribe en 1986. Por alguna razón que desconozco fue retirado de la circulación y ninguna otra editorial lo ha publicado desde entonces. La editorial Wipf and Stock Publishers que se dedica a publicar libros cristianos de calidad en inglés retirados de la circulación por algún motivo, lo ha reimpreso y es la única que lo tiene disponible en español.
Muy desilusionado de la carnalidad que se ve en muchas iglesias y de lo aparente y falso de muchas de ellas, incluyendo el mercantilismo, pero sin perder la fe en Dios y en la Biblia, buscaba yo algo que no solamente me ayudara a fortalecer mi fe sino que me acercara más íntimamente a Dios. Tuve la bendición de encontrar la refererencia a este libro citado en otro que estaba leyendo (Spiritual Theology de Simon Chang, IVP), lo busqué y lo conseguí por Internet. No me defraudó.
El libro está dividido en tres partes: Las disciplinas internas, las disciplinas externas y las disciplinas colectivas.
En la parte dedicada a las disciplinas internas, se consagra un capítulo a cada una de ellas: la meditación, la oración, el ayuno y el estudio bíblico.
La parte dedicada a las disciplinas externas también dedica un capítulo a cada una de las disciplinas externas: la sencillez, el retiro, la sumisión y el servicio.
La última parte, dedicada a las disciplinas colectivas dedica un capítulo a cada una de ellas: la confesión, la adoración, la consejería y el gozo.
Una cosa que me admiró de este libro es que aunque publicado en 1986 se anticipa a todos los desafíos que confronta la iglesia en general y el cristiano en particular en el siglo 21. No puede ser más útil para todos aquellos creyentes que están cansados de aparentar y aguantar tanta falsedad en el mundo «cristiano» y están en busca de una vía espiritual que los lleve a mantener su fe y su servicio a Dios y a Su iglesia con la espiritualidad, el gozo y el entusiasmo apropiados.
Este es uno de los pocos libros no católicos dedicado a las disciplinas espirituales. Este libro fue traducido al español y publicado por primera vez por Editorial Caribe en 1986. Por alguna razón que desconozco fue retirado de la circulación y ninguna otra editorial lo ha publicado desde entonces. La editorial Wipf and Stock Publishers que se dedica a publicar libros cristianos de calidad en inglés retirados de la circulación por algún motivo, lo ha reimpreso y es la única que lo tiene disponible en español.
Muy desilusionado de la carnalidad que se ve en muchas iglesias y de lo aparente y falso de muchas de ellas, incluyendo el mercantilismo, pero sin perder la fe en Dios y en la Biblia, buscaba yo algo que no solamente me ayudara a fortalecer mi fe sino que me acercara más íntimamente a Dios. Tuve la bendición de encontrar la refererencia a este libro citado en otro que estaba leyendo (Spiritual Theology de Simon Chang, IVP), lo busqué y lo conseguí por Internet. No me defraudó.
El libro está dividido en tres partes: Las disciplinas internas, las disciplinas externas y las disciplinas colectivas.
En la parte dedicada a las disciplinas internas, se consagra un capítulo a cada una de ellas: la meditación, la oración, el ayuno y el estudio bíblico.
La parte dedicada a las disciplinas externas también dedica un capítulo a cada una de las disciplinas externas: la sencillez, el retiro, la sumisión y el servicio.
La última parte, dedicada a las disciplinas colectivas dedica un capítulo a cada una de ellas: la confesión, la adoración, la consejería y el gozo.
Una cosa que me admiró de este libro es que aunque publicado en 1986 se anticipa a todos los desafíos que confronta la iglesia en general y el cristiano en particular en el siglo 21. No puede ser más útil para todos aquellos creyentes que están cansados de aparentar y aguantar tanta falsedad en el mundo «cristiano» y están en busca de una vía espiritual que los lleve a mantener su fe y su servicio a Dios y a Su iglesia con la espiritualidad, el gozo y el entusiasmo apropiados.
09 junio 2007
La paradoja del liderazgo
Gunderson, Denny. La paradoja del liderazgo. Tyler, TX, EE.UU.: Editorial Jucum, 2006. 142 páginas.
Entre los muchos libros sobre liderazgo que se publican actualmente, sobresale por su calidad este libro breve en extensión y modesto en su presentación. Es lo mejor que he leído sobre el tema últimamente.
Empecemos por mencionar una encuesta que está citada en el libro. Hace varios años en EE.UU. se pidió al público que clasificara 71 profesiones en orden de honestidad e integridad: entre las 71 profesiones, los tele-evangelistas ocuparon el lugar 69, ¡las únicas dos profesiones que quedaron por debajo de los telepredicadores fueron las de los jefes mafiosos y la de los señores del narcotráfico!
El libro consta de nueve capítulos cortos, cada capítulo se puede leer completo de un tirón en unos pocos minutos. En el primer capítulo, «La trampa del control» el autor trata acerca de si el liderazgo es un puesto o una función. Buena pregunta. En el mundo cristiano latinoamericano no nos gustaba ponerle nombres de seres humanos a los ministerios como se estila en los Estados Unidos, pero ya he empezado a ver algunos «ministerios» que llevan los nombres de sus líderes, triste síntoma. El autor dice que se cae en la trampa del poder cuando, entre otras cosas, se hace hincapié en el nombre del ministerio en lugar de hacerlo en el verbo ministrar. En el capítulo segundo, «El toque de sirena del estrellato» trata el problema de los «ministerios cristianos» que cristianizan sus mensajes para ponerlos al servicio del interés propio y atraer donantes. Muestra cómo la naturaleza del verdadero liderazgo servicial se opone a la fibra del ego humano. En el capítulo tercero, «Transformados mediante la aceptación» el autor trata de la relación del líder con sus seguidores, mencionando como la aceptación, la implicación en la vida de la gente y la compasión son atributos esenciales en la vida del líder servicial.
El capítulo cuatro, «Los peligros del favoritismo» trata el caso tan común y desagradable de líderes que suelen mostrarse predispuestos a la parcialidad selectiva en sus relaciones, esos que no se juntan con la chusma, pero no deja de lado un caso para mí peor, el de los que disfrutamos cuando somos objetos de favores especiales concedidos por alguien situado en buena posición.
Ese tipo de relaciones están completamente distantes del liderazgo y del discipulado bíblico, pero se ven en todo lado donde hacen su aparición muchos de los llamados «ministerios» cristianos. El autor nos recuerda que el líder servicial es el que sigue los pasos de Jesús no los de la escala de posiciones en una organización «cristiana». El capítulo cinco, «En el extremo receptor» el autor desenmascara la actitud prepotente de muchos líderes, que con sus adémanes, palabras y actitudes despliegan un aura calculada de magnitud espiritual intocable. En el capítulo seis, «Intransigencia», muestra como el abuso de la confianza de sus seguidores, hace que muchos líderes exploten esa confianza para sacar provecho personal. El autor nos muestra cómo el líder servicial está obligado por motivos de pureza a deslindar su comodidad económica personal de todas las circunstancias de su ministerio.
El capítulo siete, «Que sus actos hablen bien», muestra como la noción de superestrella que domina el liderazgo actual en los «ministerios cristianos» le ha hecho un flaco servicio al liderazgo ideal que nos muestra el Nuevo Testamento. En este capítulo el autor se enfoca en los principios para dar verdadero ejemplo. El capítulo ocho, «El factor mansedumbre», habla acerca de que el líder servicial debe ser completamente honesto consigo mismo y con los demás, sin esconder sus debilidades, abandonándose a sí mismo al poder y a la gracia de Dios. En el capítulo nueve, «Fe suficiente para confiar» trata acerca de la confianza que el líder servicial debe tener en sus compañeros. El autor dice que la confianza exigida, pero no ofrecida, deja en el seguidor un sentimiento de violación.
El libro termina con unas «notas finales» en las que se hace un llamado a cambiar la noción y la realidad del liderazgo entre nosotros, teniendo en cuenta que el cambio del liderazgo egocéntrico al servicial no tendrá lugar a menos que Dios realice una profunda obra de gracia en nosotros. Pidamos a Dios por ello.
Entre los muchos libros sobre liderazgo que se publican actualmente, sobresale por su calidad este libro breve en extensión y modesto en su presentación. Es lo mejor que he leído sobre el tema últimamente.
Empecemos por mencionar una encuesta que está citada en el libro. Hace varios años en EE.UU. se pidió al público que clasificara 71 profesiones en orden de honestidad e integridad: entre las 71 profesiones, los tele-evangelistas ocuparon el lugar 69, ¡las únicas dos profesiones que quedaron por debajo de los telepredicadores fueron las de los jefes mafiosos y la de los señores del narcotráfico!
El libro consta de nueve capítulos cortos, cada capítulo se puede leer completo de un tirón en unos pocos minutos. En el primer capítulo, «La trampa del control» el autor trata acerca de si el liderazgo es un puesto o una función. Buena pregunta. En el mundo cristiano latinoamericano no nos gustaba ponerle nombres de seres humanos a los ministerios como se estila en los Estados Unidos, pero ya he empezado a ver algunos «ministerios» que llevan los nombres de sus líderes, triste síntoma. El autor dice que se cae en la trampa del poder cuando, entre otras cosas, se hace hincapié en el nombre del ministerio en lugar de hacerlo en el verbo ministrar. En el capítulo segundo, «El toque de sirena del estrellato» trata el problema de los «ministerios cristianos» que cristianizan sus mensajes para ponerlos al servicio del interés propio y atraer donantes. Muestra cómo la naturaleza del verdadero liderazgo servicial se opone a la fibra del ego humano. En el capítulo tercero, «Transformados mediante la aceptación» el autor trata de la relación del líder con sus seguidores, mencionando como la aceptación, la implicación en la vida de la gente y la compasión son atributos esenciales en la vida del líder servicial.
El capítulo cuatro, «Los peligros del favoritismo» trata el caso tan común y desagradable de líderes que suelen mostrarse predispuestos a la parcialidad selectiva en sus relaciones, esos que no se juntan con la chusma, pero no deja de lado un caso para mí peor, el de los que disfrutamos cuando somos objetos de favores especiales concedidos por alguien situado en buena posición.
Ese tipo de relaciones están completamente distantes del liderazgo y del discipulado bíblico, pero se ven en todo lado donde hacen su aparición muchos de los llamados «ministerios» cristianos. El autor nos recuerda que el líder servicial es el que sigue los pasos de Jesús no los de la escala de posiciones en una organización «cristiana». El capítulo cinco, «En el extremo receptor» el autor desenmascara la actitud prepotente de muchos líderes, que con sus adémanes, palabras y actitudes despliegan un aura calculada de magnitud espiritual intocable. En el capítulo seis, «Intransigencia», muestra como el abuso de la confianza de sus seguidores, hace que muchos líderes exploten esa confianza para sacar provecho personal. El autor nos muestra cómo el líder servicial está obligado por motivos de pureza a deslindar su comodidad económica personal de todas las circunstancias de su ministerio.
El capítulo siete, «Que sus actos hablen bien», muestra como la noción de superestrella que domina el liderazgo actual en los «ministerios cristianos» le ha hecho un flaco servicio al liderazgo ideal que nos muestra el Nuevo Testamento. En este capítulo el autor se enfoca en los principios para dar verdadero ejemplo. El capítulo ocho, «El factor mansedumbre», habla acerca de que el líder servicial debe ser completamente honesto consigo mismo y con los demás, sin esconder sus debilidades, abandonándose a sí mismo al poder y a la gracia de Dios. En el capítulo nueve, «Fe suficiente para confiar» trata acerca de la confianza que el líder servicial debe tener en sus compañeros. El autor dice que la confianza exigida, pero no ofrecida, deja en el seguidor un sentimiento de violación.
El libro termina con unas «notas finales» en las que se hace un llamado a cambiar la noción y la realidad del liderazgo entre nosotros, teniendo en cuenta que el cambio del liderazgo egocéntrico al servicial no tendrá lugar a menos que Dios realice una profunda obra de gracia en nosotros. Pidamos a Dios por ello.
07 febrero 2007
La Palabra: Vida de la Iglesia
Escobar, Samuel. La Palabra: Vida de la Iglesia. El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2006. 127 páginas.
Esta sencilla, pero profunda reflexión sobre textos bíblicos de Pedro, Juan y Pablo es ideal para ser leída por aquellos que están pensando en servir de una u otra manera en el liderazgo de la iglesia cristiana latinoamericana.
Samuel Escobar, quien fuera presidente mundial de las Sociedades Bíblicas Unidas, nos muestra cómo la Palabra de Dios, la Biblia, es la generadora del pueblo de Dios. Cuando la Iglesia reconoce que ha surgido de la Palabra de Dios, entonces la Iglesia se somete voluntariamente a esa Palabra Divina para orientar todo su trabajo y vida cristiana, fundamentada en Jesucristo. Eso le da a la Iglesia identidad, santidad y misión.
Después de tratar el asunto de la relación entre la Palabra y el pueblo de Dios, Escobar aborda el tema de los siervos de Dios e invita a los lectores a mirar el ejemplo del Maestro y observar una de las cualidades que lo hacían admirable a la gente: su consistencia entre hechos y palabras, cualidad que todo siervo de Dios debe desear. Incluye también el tema del afecto mutuo que debe existir entre el líder cristiano y la congregación en la cual trabaja, aspecto este muy importante entre hispanos.
La tercera y última parte de la obra está dedicada al servicio de la Palabra. Necesitamos ser más lectores de la Palabra pero hay que aprender a leer la Biblia, hay que leerla con gusto, con placer, con regularidad. La forma de leer la Palabra y la forma de contarla se relacionan. Los siervos de Dios debemos aprender a contar historias porque así conectamos con la audiencia.
En una obra tan breve se tratan además asuntos relacionados con el tema principal como son la Biblia en la vida personal, en la vida pastoral, las herramientas básicas para abordarla y la necesidad no sólo de recibir la Palabra sino reflexionar en ella.
Yo recomendaría esta obra como libro introductorio a los estudios bíblicos en los seminarios, institutos y universidades bíblicas. También sería el texto apropiado para un seminario o taller para pastores y líderes en el que se enfocara el tema de la Palabra de Dios en la Iglesia de hoy.
Voy a llevar conmigo un ejemplar de esta obra cada vez que sea invitado a otra ciudad y la voy a regalar al pastor que me tenga de huésped. Es breve, interesante y pertinente (y me cabe fácilmente en la maleta).
Esta sencilla, pero profunda reflexión sobre textos bíblicos de Pedro, Juan y Pablo es ideal para ser leída por aquellos que están pensando en servir de una u otra manera en el liderazgo de la iglesia cristiana latinoamericana.
Samuel Escobar, quien fuera presidente mundial de las Sociedades Bíblicas Unidas, nos muestra cómo la Palabra de Dios, la Biblia, es la generadora del pueblo de Dios. Cuando la Iglesia reconoce que ha surgido de la Palabra de Dios, entonces la Iglesia se somete voluntariamente a esa Palabra Divina para orientar todo su trabajo y vida cristiana, fundamentada en Jesucristo. Eso le da a la Iglesia identidad, santidad y misión.
Después de tratar el asunto de la relación entre la Palabra y el pueblo de Dios, Escobar aborda el tema de los siervos de Dios e invita a los lectores a mirar el ejemplo del Maestro y observar una de las cualidades que lo hacían admirable a la gente: su consistencia entre hechos y palabras, cualidad que todo siervo de Dios debe desear. Incluye también el tema del afecto mutuo que debe existir entre el líder cristiano y la congregación en la cual trabaja, aspecto este muy importante entre hispanos.
La tercera y última parte de la obra está dedicada al servicio de la Palabra. Necesitamos ser más lectores de la Palabra pero hay que aprender a leer la Biblia, hay que leerla con gusto, con placer, con regularidad. La forma de leer la Palabra y la forma de contarla se relacionan. Los siervos de Dios debemos aprender a contar historias porque así conectamos con la audiencia.
En una obra tan breve se tratan además asuntos relacionados con el tema principal como son la Biblia en la vida personal, en la vida pastoral, las herramientas básicas para abordarla y la necesidad no sólo de recibir la Palabra sino reflexionar en ella.
Yo recomendaría esta obra como libro introductorio a los estudios bíblicos en los seminarios, institutos y universidades bíblicas. También sería el texto apropiado para un seminario o taller para pastores y líderes en el que se enfocara el tema de la Palabra de Dios en la Iglesia de hoy.
Voy a llevar conmigo un ejemplar de esta obra cada vez que sea invitado a otra ciudad y la voy a regalar al pastor que me tenga de huésped. Es breve, interesante y pertinente (y me cabe fácilmente en la maleta).
16 enero 2007
La generación emergente
Zapata, Junior. La generación emergente. Miami: Editorial Vida, 2005.
Una de las quejas constantes cuando observamos los catálogos de libros cristianos en español es que la mayoría de los títulos son traducciones de autores de otras latitudes. Es por ello que complace leer un libro de calidad escrito por un autor centroamericano: Junior Zapata.
«Generación emergente» es la denominación que el autor da a los jóvenes latinoamericanos. Este es un libro que trata sobre los jóvenes en las iglesias. El autor reconoce que las iglesias están haciendo más mal que bien en lo que respecta a alcanzar a los jóvenes. Una generación adulta y vieja que está en el liderazgo de las iglesias está impidiendo que los jóvenes lleguen a Cristo y que los que ya son cristianos pongan sus talentos al servicio de la obra del Señor. Es una generación que quiere monopolizar el liderazgo y perpetuarse en él aún a costa de sacrificar a la juventud cristiana.
La iglesia evangélica aunque es relativamente reciente en la historia de latinoamérica ya tiene «tradiciones» no bíblicas a las que se aferra y que son la causa de que muchos jóvenes no acepten el evangelio o deserten de él. Las tradiciones tienen que ver con el vestuario que se considera «cristiano», la música que se considera «cristiana», etc. Le damos un barniz de Biblia y luego las sostenemos a capa y espada, pero en realidad no tienen nada que ver con la palabra de Dios sino con las modas y estilos en los que vivieron los líderes adultos y viejos de las iglesias.
Este es un libro que trata también acerca de la aceptación del cambio de liderazgo, del cambio de los tiempos y de la necesidad de aceptar el hecho de que Dios así como nos usó a nosotros para llevar el evangelio a nuestra generación, ha decidido usar a otros -no a nosotros- para llevar el evangelio a las nuevas generaciones, ¿aceptaremos esa verdad?
Un libro fresco, actual, pertinente a la iglesia latinoamericana que hará reflexionar a los cristianos, especialmente a los líderes, acerca de lo que Dios está haciendo con las nuevas generaciones. Importante lectura para aquellos líderes de las iglesias que no saben qué hacer con los jóvenes.
Algo que aunque no resta calidad a la obra necesita mencionarse, es la deficiencia que tiene esta obra en cuanto a corrección de estilo. Se supone que toda obra debe pasar por las manos de un corrector de estilo antes de publicarse (hasta Gabriel García Márquez acepta las sugerencias de los correctores de pruebas o estilo de sus obras). Este libro tienen recurrentes errores de redacción y ortografía. Por ejemplo, confundir una preposición con un verbo «a pasado» por «ha pasado» en la p. 111. Errores de sintaxis como el de escribir «cosas que le fascinan al diablo de los cristianos» en lugar de «cosas de los cristianos que le fascinan al diablo», en la p. 125, (o ¿acaso conoce usted un «diablo de los cristianos»?).
De todas maneras, da gusto leer un libro tan actual y de tanta agudeza que viene a llenar un vacío en la literatura cristiana latinoamericana.
Una de las quejas constantes cuando observamos los catálogos de libros cristianos en español es que la mayoría de los títulos son traducciones de autores de otras latitudes. Es por ello que complace leer un libro de calidad escrito por un autor centroamericano: Junior Zapata.
«Generación emergente» es la denominación que el autor da a los jóvenes latinoamericanos. Este es un libro que trata sobre los jóvenes en las iglesias. El autor reconoce que las iglesias están haciendo más mal que bien en lo que respecta a alcanzar a los jóvenes. Una generación adulta y vieja que está en el liderazgo de las iglesias está impidiendo que los jóvenes lleguen a Cristo y que los que ya son cristianos pongan sus talentos al servicio de la obra del Señor. Es una generación que quiere monopolizar el liderazgo y perpetuarse en él aún a costa de sacrificar a la juventud cristiana.
La iglesia evangélica aunque es relativamente reciente en la historia de latinoamérica ya tiene «tradiciones» no bíblicas a las que se aferra y que son la causa de que muchos jóvenes no acepten el evangelio o deserten de él. Las tradiciones tienen que ver con el vestuario que se considera «cristiano», la música que se considera «cristiana», etc. Le damos un barniz de Biblia y luego las sostenemos a capa y espada, pero en realidad no tienen nada que ver con la palabra de Dios sino con las modas y estilos en los que vivieron los líderes adultos y viejos de las iglesias.
Este es un libro que trata también acerca de la aceptación del cambio de liderazgo, del cambio de los tiempos y de la necesidad de aceptar el hecho de que Dios así como nos usó a nosotros para llevar el evangelio a nuestra generación, ha decidido usar a otros -no a nosotros- para llevar el evangelio a las nuevas generaciones, ¿aceptaremos esa verdad?
Un libro fresco, actual, pertinente a la iglesia latinoamericana que hará reflexionar a los cristianos, especialmente a los líderes, acerca de lo que Dios está haciendo con las nuevas generaciones. Importante lectura para aquellos líderes de las iglesias que no saben qué hacer con los jóvenes.
Algo que aunque no resta calidad a la obra necesita mencionarse, es la deficiencia que tiene esta obra en cuanto a corrección de estilo. Se supone que toda obra debe pasar por las manos de un corrector de estilo antes de publicarse (hasta Gabriel García Márquez acepta las sugerencias de los correctores de pruebas o estilo de sus obras). Este libro tienen recurrentes errores de redacción y ortografía. Por ejemplo, confundir una preposición con un verbo «a pasado» por «ha pasado» en la p. 111. Errores de sintaxis como el de escribir «cosas que le fascinan al diablo de los cristianos» en lugar de «cosas de los cristianos que le fascinan al diablo», en la p. 125, (o ¿acaso conoce usted un «diablo de los cristianos»?).
De todas maneras, da gusto leer un libro tan actual y de tanta agudeza que viene a llenar un vacío en la literatura cristiana latinoamericana.
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