Concilium. Revista Internacional de Teología. Estella, España: Editorial Verbo Divino.
Para empezar tengo que advertir que esta es una revista de tendencia ecuménica. Lo hago porque para muchos creyentes la palabra «ecumenismo» es casi una blasfemia. La relacionan con herejía y apostasía y, aunque no se dice abiertamente, todo libro o revista que huela a ecumenismo está en el índice de libros prohibidos para creyentes.
Sin embargo, creo que atreverse a pensar y reflexionar sobre la relación de la fe con la vida real (léase «hacer teología») no es malo. Necesitamos más creyentes que se atrevan a pensar y a reflexionar sobre lo que significa ser cristiano hoy en día.
Esta revista de distribución mundial se publica simultáneamente en español, inglés, holandés, alemán y portugués. Cada número es monográfico y sale cada dos meses. El número que circula actualmente está dedicado a la mujer en las religiones del mundo, el próximo al cristianismo en África y el último de este año al tema de la Resurrección.
Esta revista cuenta entre sus fundadores y colaboradores a teólogos como Hans Küng. Nos muestra el estado actual del pensamiento teológico mundial. Es una de las pocas publicaciones que realmente «deja pensando» al lector.
Me gustaría que comentáramos aquí dentro de este artículo en la sección de «comentarios» los temas de cada número. Voy a tratar de empezar yo mismo los comentarios, tan pronto disponga de tiempo.
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3 comentarios :
En el número de junio del 2006 hablan mujeres judías, cristianas, musulmanas, hindúes y budistas. Aprendí mucho sobre esas religiones y sobre lo que piensan las mujeres que luchan en esas sociedades y religiones.
He leído con sumo agrado el libro “Fieles a nuestro destino”, Ediciones Atlantis, Aranjuez (Madrid), 2009, del Doctor en Filosofía y Catedrático jubilado ÁNGEL GUTIÉRREZ SANZ.
Estructuralmente es muy sencillo de leer. Es asequible a todos. Se compone de una serie de consideraciones breves, de poco más de una página cada una.
El autor expone experiencias vividas tanto en sus años de docencia como en sus meditaciones, estudio… Refleja un humanismo cristiano consecuente. Es un filósofo que se confiesa profundamente creyente. Se ve la mano de Dios y su formación cristiana adquirida desde su niñez, tanto en familia como en los largos años de formación en Ávila, Madrid… y en su larga carrera de docente y ahora de jubilado inquieto. Muchos de los breves capítulos son oraciones meditadas y profundas, directamente dirigidas a Aquél que es nuestro destino.
Se hacen muchas preguntas. Y se dan respuestas sinceras, profundas. Son un contraste con el mundo inquieto, bullicioso, sensual y utilitarista que nos rodea. Sus respuestas están cargadas de sentido trascendente. Reflejan una humanidad auténtica, llamada a la plenitud, al destino final, a Dios, el único que da sentido a nuestra existencia. En una palabra, se insiste en ser “fieles a nuestro destino”. Y nuestro destino es llegar a la plenitud existencial, partiendo de la realidad humana y temporal. Este anhelo de búsqueda de nuestro destino se basa en la connatural ansia de felicidad. Ésta se halla progresivamente en la vivencia diaria de nuestra situación en el mundo que nos toca vivir, procurando la felicidad de todos. Es el precio de la eternidad. Nuestro destino es buscar el sentido de nuestra vida temporal desde la visión de Dios, nuestro destino definitivo, vivido ya en este mundo. Ser fieles a nuestro destino es profundizar en la esencia del ser humano, evitando la deshumanización, que nos arrastra al vacío, al fracaso, a la infelicidad…
Antonio López Sernández
Angel Gutiérrez Sanz. Ser mujer en un mundo de hombres. Ed. ViveLibro. Madrid, 2014, 190 págs.
Alberto J. Lleonart Amsélem
El profesor Ángel Gutiérrez Sanz es bien conocido en el ámbito de ASPUR. No es la primera ni la segunda vez que ha pronunciado conferencias en el marco de nuestra institución. Recientemente, presentó su libro Ser mujer en un mundo de hombres, título de su conferencia la cual no dejaba de suscitar el interés de los que entonces tuvimos la suerte de escucharle. Al término del acto, las mujeres asistentes, en especial, mostraban sin disimulo su contento. “Las ha puesto por las nubes”, - se oyó decir.
El libro hace, en efecto, una brillante defensa de la mujer. Yo diría que hacía falta esta defensa, que la echábamos de menos. El “sexo débil” (que se decía antes) está necesitado de esta reivindicación, sobre todo, cuando es objetiva, equilibrada, expresada y medida en el término medio de la balanza . Es cierto que la literatura sobre la mujer ha ido últimamente llenando los anaqueles de las bibliotecas y las novedades librescas; mas, ay, no siempre con deseado acierto e imparcialidad. Este libro sí lo es. En él el autor despliega cantidad de ideas, ya esenciales, ya lógicas y filosóficas, lo que es normal ya que Gutiérrez Sanz es catedrático de Filosofía. Desde aquí, quintaesenciando estos breves apuntes, cabría decir que es una obra curiosísima en el sentido de interesantísima.
A modo de ejemplo de esto que decimos, transcribimos las palabras del Indice cuyos principales epígrafes son estos: “I) Hombres y mujeres en complementariedad. II) La mujer en la historia. III) La mujer en su dimensión humana. IV) Un mundo para todos es posible. V) Urgencias a la espera de solución”. Cada título es ampliamente desglosado. Encabezado este elenco de temas va un Prólogo, en el que se echa de menos, el nombre de la prologuista, la escritora Julia Merodio. ¿Errata de imprenta?
Para terminar estas sucintas consideraciones, excúseme el lector un recuerdo personal, pues hace ya bastantes años mi mujer y yo publicamos en “Arbor” un artículo con motivo del “Año Internacional de la Mujer”, auspiciado por la O.N.U., en donde hablábamos del “doble empleo”, carga añadida a la mujer , ya trabajadora en casa, ya fuera de ella. Lo traigo a colación, porque a este respecto dice así, muy expresivamente, el profesor Angel Gutiérrez, al final del libro: “…exigencias múltiples y variadas que la colocan en una situación embarazosa y desfavorable desde que se levanta hasta que se acuesta con poco tiempo libre para dedicárselo a sí misma”. Ciertísimo, por lo tanto, la doble carga que pesa en la actualidad sobre la mujer moderna. ¿Será ahora más feliz o menos desgraciada que antes? ¿Será más infeliz ahora?...
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