01 julio 2014

La Inquisición española


Martínez, J. (2007). La Inquisición española. Madrid: Alianza Editorial. 457 pp. ISBN 978-84-206-8259-4.

Si está buscando un libro que hable de las terribles atrocidades que cometió la Inquisición española, este no es libro adecuado para usted. Por otra parte, si está buscando un libro que justifique y minimice la obra de la Inquisición española, este libro tampoco es para usted.

Esta es una historia de la evolución de esta institución desde sus comienzos en 1478 hasta su eliminación en 1874. Es un libro técnico que divide y analiza en etapas la historia de esta institución. Demasiados detalles e información pueden aburrir al lector desprevenido, pero son una ayuda invaluable para el investigador serio del tema.

La tesis del libro, hasta donde yo entiendo, es que la Inquisición española tuvos sus orígenes en los deseos de poder de los líderes de Castilla que ayudaron a los reyes católicos a expulsar a los árabes de España. Este segmento de la población consideró que por derecho de haber sido los que cooperaron con los reyes para la victoria, ellos debían detentar el poder en España. Su mentalidad respecto al poder era que nadie más sino ellos debían tener el poder, ellos los poderosos líderes castellanos cristianos de España. Cualquier otro grupo social que progresara, se enriqueciera o accediera al poder era considerado ilegítimo y debía ser perseguido y exterminado.

Los judíos, los musulmanes y los protestantes no hacían parte de ese segmento de la población y por lo tanto debían ser perseguidos. Se presentó la opción de que se convirtieran al catolicismo, lo cual no les sirvió de nada pues el grupo en el poder se las arregló para atacarlos argumentando que la conversión de estas personas no era sincera. Sólo los que habían sido cristianos antes de la expulsión de los árabes eran los verdaderos católicos, los «cristianos viejos» (o sea, los cristianos antiguos, la gente cuyos antepasados eran cristianos). La Inquisición pues era la institución que probaría que esos conversos no eran tales y por lo tanto debían ser castigados. El castigo era la expropiación de sus bienes, la cárcel y, en algunos casos, la muerte. Sólo los que demostraran que eran cristianos antiguos, la llamada «pureza de sangre» (que no era un examen de sangre, sino una demostración de que sus antepasados habían sido cristianos), podían tener futuro en España.

¿Cuántas víctimas hubo en los tres siglos y medio de Inquisición en España? Nadie lo sabe, pero las cifras que tienen sustento documental arrojan unas 10 000 sentencias contra musulmanes, unas 4000 contra judíos y unas 3500 contra protestantes. De todas ellas sólo un porcentaje muy bajo fueron condenas de muerte.

 Lo que más me gusta de este libro es su imparcialidad, su metodología y sus estadísticas basadas en una bibliografía muy completa. Tanta información puede parecer abrumadora para algunos, pero el tema lo requiere.